Propaganda
La propaganda es una forma de
comunicación que pretende influir en la actitud de una comunidad con
respecto a alguna causa o posición presentando solo una parte del argumento.
Normalmente los gobiernos son los que la crean, aunque a algunas formas de
comunicación de masas creadas por otras organizaciones con poder también se les
puede considerar propaganda.
En lugar de suministrar información con
imparcialidad, la propaganda, en su sentido más básico, presenta información
principalmente para influenciar a una audiencia. Esta forma de comunicación
normalmente se repite y se difunde en una amplia variedad de medios de
comunicación con el fin de obtener los resultados deseados en la actitud de la
audiencia.
Mientras que el término propaganda ha adquirido una connotación muy
negativa por su relación con los ejemplos más manipuladores y jingoístas (ej.
la propaganda nazi para justificar el Holocausto), la propaganda en su sentido
original de la palabra era neutral, y se refería a usos que fuesen generalmente
benignos o inocuos, como recomendaciones de salud pública, anuncios animando a
los ciudadanos a participar en el censo o en las elecciones, o mensajes que
animan a las personas a informar de los crímenes a la policía, entre otros.
En The
Formation of Men's Attitudes, Jacques
Ellul afirma que la opinión pública solo se puede expresar en
canales de televisión producidos por los medios de comunicación, sin los que no
existiría la propaganda. La manipulación de los medios de
comunicación se usa en las relaciones públicas, la propaganda, el marketing, etc, y aunque el objetivo que se persigue es
diferente en cada ámbito, las técnicas empleadas suelen ser muy parecidas. Como
se muestra a continuación, muchos de los métodos modernos de manipulación de
los medios de comunicación se centran en formas de distracción, basadas en el supuesto de que el público tiene
una capacidad de atención reducida.
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